Las expectativas de los usuarios han cambiado. Y, desde el principio del consumo masivo en los años 50, solo han bastado unas pocas generaciones para que surjan las expectativas de personalización y singularidad.

Ya sea el coche, los zapatos o la cocina, hoy en día todo se puede personalizar a través de un configurador. Y el diseño de tu vivienda no es una excepción. Diseñar tu propia casa: hasta aquí, nada nuevo. Pero para ello era necesario transformarse en un verdadero jefe de obra y estaba reservado a una población rural. Sin embargo, ante la creciente urbanización de la sociedad, la expectativa de personalización en los complejos residenciales urbanos es real. El índice de población mundial residente en zonas urbanas, que era de tan solo el 15 % en 1900, superó en 2007 la marca simbólica del 50 %. Y las proyecciones predicen un 80 % para 2025.

Partiendo de la observación de que la singularidad se extenderá y la personalización será cada más demandada, ¿cómo podemos hacerlo en un contexto tan estandarizado e inmóvil como la vivienda?

 

El configurador, una herramienta para aportar personalización

Tal y como afirma el gurú del marketing, Seth Godin, en su libro« Nous sommes tous singulier : exit le marketing de masse« , « Estamos tan acostumbrados a poder elegir que, en caso contrario, casi siempre resulta chocante ». En el caso del sector inmobiliario de la obra nueva, se trata de poder proporcionar a los compradores toda la información posible sobre su futura vivienda, pero también de ofrecerles los medios para proyectarse en su futuro domicilio y presentarles rápidamente formas eficaces de personalizarlo, como afirma Jeanne Massa.

El configurador permite una personalización extrema de las viviendas, tanto antes de la venta, para convencer a los clientes potenciales, como después de la venta para optimizar los márgenes generando nuevas ventas.

 

El configurador, una herramienta diseñada para optimizar tus márgenes e inversiones

Tomemos por ejemplo una compra tan simbólica como la de una vivienda: la del vehículo. Desde el Dacia Sandero hasta el Lamborghini Urus, ¿qué fabricante de automóviles puede permitirse el lujo de no ofrecer personalización hoy en día? Se ha convertido en la norma. El DS, por ejemplo, ha hecho de ella la pieza fundamental de su ascenso de gama: « Para el DS 3, sin incluir el motor, existen tres millones de combinaciones diferentes: el color del techo, el color de la carrocería, el salpicadero, las llantas… », explica el director de marketing Arnaud Ribaud. Se puede elegir de entre diversas inspiraciones, por lo que es improbable que los futuros propietarios se crucen con un modelo idéntico en la carretera.

Los resultados hablan por sí solos. Según la revista automovilística L’Argus Pro:

  • los compradores de un coche de ciudad de una marca generalista gastan una media de 2000 euros en personalización.
  • De media, añaden 7 u 8.
  • El 80 % de los modelos se vende con personalización.

También es una gran oportunidad de optimizar los márgenes y las inversiones mediante el control de la cadena de suministro y fabricación.

 

El configurador, una herramienta para ofrecer personalización de forma sencilla y eficaz

Aunque se pueda elegir, la personalización está estandarizada. A partir de ambientes predefinidos (nórdicos, modernos, clásicos, etc.), los futuros compradores personalizan cada pieza en función de sus referencias. De hecho, el configurador de viviendas Habiteo permite presentar toda tu memoria de calidades y todas tus modificaciones sobre plano en 3D.

El objetivo es sencillo: ahorrar tiempo a tu equipo y potenciar tu comercialización. ¿De qué modo? El configurador permite gestionar toda tu memoria de calidades, precios y disponibilidades desde el espacio myHabiteo. Puedes elegir si deseas o no mostrar los precios en tu configurador. Por lo tanto, la plataforma puede utilizarse tanto en preventa como en ventas adicionales.